Dr. Luis Detinis
Caso N°1
Laureano S, de 16 meses de edad. Tiene un
hermano cinco años mayor. Su hogar está muy bien constituido. Los padres están
alarmados por el comportamiento del niño, quien físicamente es muy sano, pero
su conducta es difícil. No pueden controlar su agresión. Si le ponen un límite
golpea su cabeza contra la pared o se tira al suelo.
Muerde
y pega. Se tiraba de los sillones imprudentemente aun antes de aprender a
caminar. Atropellado, cuando tenía un año de vida empujó un televisor,
tirándolo al suelo. No le tiene miedo a nada. Caprichoso, por momentos no sabe
lo que quiere. Permanentemente inquieto. Cuando está contento da vueltas sobre
sí mismo hasta marearse. Sus padres dicen espontáneamente que se ensucia con
suma facilidad y que lleva todo a la boca. Canta mientras come. Los perros y
los gatos “lo enloquecen”, los busca para jugar. Transpira cuero cabelludo y
cuello y los pies con olor ofensivo. Presenta sudaminas con facilidad.
Marcado deseo de manteca, sediento, caótico, no
tiene orden para comer; se pone por ejemplo una banana entera en la boca, luego
la mastica.
Entre sus antecedentes, como datos
significativos, padeció de gastroenteritis por ingestión de tierra. Su madre
refiere haber tenido permanentes y violentos movimientos fetales durante su
embarazo.
Repertorización:
AUDAZ Mercurius
CAPRICHOSO Mercurius - Sulphur
INQUIETUD EN CHICOS Mercurius - Sulphur
SUCIEDAD Mercurius - Sulphur
DESEO DE MANTECA Mercurius
Se prescribió MERCURIUS Mil que provocó a la
semana tos con abundante catarro que duró cuatro días. Relatan sus padres que
ahora permanece limpio, que no se ensucia con tanta facilidad. Desapareció el
sudor ofensivo de pies. “Está más sociable y civilizado”. Presenta una mejoría
general del 50%.
Tres meses después se prescribe MERCURIUS Mil
y 10 Mil que lo mejoran sólo durante 15 días. Toma MERCURIUS 50 Mil; 100 Mil y
12 LM con intervalos de un mes, que logran una mejoría general, pero cada vez
de menor duración.
Mercurius
resultaba ya ineficaz. Su cuadro se había agravado. Presentaba “ausencias” que
duraban 30 segundos. Insomnio por excitación. Si iba de visita a casa de
amiguitos, se excitaba a tal punto jugando, que luego no dormía. La noche del
cumpleaños de su hermano no se durmió hasta pasadas las cinco de la madrugada;
a esa hora quería salir, para andar en bicicleta. Colérico, cuando le ponen
límites, se tira al suelo y es capaz de gritar 20 minutos seguidos. Es muy
obstinado, transpira los pies con olor muy fuerte. Su peor momento es de 11 a 12 horas del mediodía. Es
muy sediento, rechaza la leche. Haragán, no quiere caminar, cuando pasean deben
llevarlo en brazos o en cochecito No curan sus heridas porque se arranca las
cicatrices.
Se prescribe entonces SULPHUR MIL que lo
mejora notablemente, pero sólo por el término de 10 días. Toma SULPHUR 10 MIL
con los mismos resultados.
Se repertoriza:
OBSTINADO Tuberculinum
CAPRICHOSO Tuberculinum
INQUIETUD EN NIÑOS Tuberculinum
DESTRUCTIVO, ARRANCA SUS CICATRICES Tuberculinum
Y teniendo en cuenta el antecedente que
golpeaba su cabeza contra la pared, se prescribe TUBERCULINUM MIL que produce
los siguientes cambios: cura su aversión a la leche, desaparecen las ausencias
y mejora la inquietud. Está mucho más obediente y ordenado. “Tiene
esporádicamente sus berrinches, pero atenuados, no se tira más al suelo, a lo
sumo, tira de sus propios cabellos”. En el curso de 18 meses tomó TUBERCULINUM
10 MIL y 50 MIL. Con cada papel se observó la misma respuesta, tos con catarro
verde que duraba unos días, seguido de una mejoría siempre progresiva. Fue dado
de alta en Mayo de 1981.
Caso N°2
Emiliano M. de 18 meses de edad. Lo traen a la
consulta por presentar bronquitis espasmódica y constante catarro nasal y
bronquial. Nació con 4,650kg. Presentó impétigo al año de edad que fue tratado
con antibióticos durante tres meses. Es un niño caluroso con sudaminas a
repetición, que desea ácidos y leche en forma marcada. Es muy inquieto,
peleador con los amigos y con su hermana de un año y medio mayor que él.
Emiliano es bastante independiente. No tiene miedo a nada. Muerde a los demás y
se muerde a sí mismo cuando se enoja. Otras veces se tira al suelo y golpea su
cabeza contra el piso. Arriesgado, se sube al modular, en una oportunidad se
encerró en la heladera. Todo lo que llega a sus manos lo rompe. En horas de
trabajo, su madre, deja a Emiliano en una guardería.
Repertorización:
DESTRUCTIVO Sulphur - Tuberculinum
INQUIETUD EN NIÑOS Sulphur - Tuberculinum
DESEO DE
LECHE Sulphur - Tuberculinum
CALUROSO Sulphur - Tuberculinum
Se prescribe Sulphur 200. Vuelve a la consulta
3 meses después. Relata su madre que Emiliano no volvió a padecer trastornos
respiratorios. Dice que retornó el impétigo en brazo derecho y mentalmente
sigue igual. Los 10 primeros días había presentado un proceso de dentición,
acompañado de alta temperatura, que no fue medicado. Estuvo con algunas
diarreas y aparecieron como síntomas nuevos, sobresaltos durante el sueño y
lagrimeo del ojo derecho. La maestra de la guardería se queja que Emiliano está
provocador y pelea con chicos aún más grandes que él.
Se prescribe nuevamente Sulphur 200, y se
vuelve a repetir la misma dosis a los dos meses. Luego de esta tercera dosis
está más tranquilo. Vuelve el cuadro bronquial aunque no tan intenso. Está muy
caluroso, quiere permanecer siempre desnudo. A pesar de la higiene tiene
siempre olor a sucio en la cabeza. “Es un desastre como rompe los juguetes y
los de su hermana”. Toma Sulphur Mil y a los 2 meses Sulphur 10 Mil pero el
cuadro permanece estacionario. Se prescribe entonces TUBERCULINUM Mil y en dos
meses muestra la siguiente evolución: al comienzo presenta un catarro muy
abundante seguido de la desaparición total de los síntomas bronquiales. Aumenta
de peso y continúan los sobresaltos durante el sueño. Relata su madre: “en la
guardería me dicen que está más tranquilo y que comparte más sus juguetes”.
Sigue con algunos berrinches porque es muy cabeza dura, pero en general está
más dócil. “Continúa rompiendo juguetes, libros, revistas todo lo que llega a
sus manos”. Se repite TUBERCULIUM Mil. Vuelve a la consulta un año después. Nos
dice la madre: “Lo traigo sólo para control. Pasó un invierno bárbaro, no tuvo
ningún trastorno físico, ni siquiera un resfrío. No tuvo más sobresaltos, ni
obstinación, ni berrinches. No está destructivo. En la guardería me dijeron que
es otro chico”.
Caso No.3:
Walter
P., de tres años y medio de edad. Consulta su madre porque Walter es agresivo;
deben vigilarlo para evitar que golpee a su hermana. Padece además resfríos
frecuentes, salivación constante y abundante. Padeció parasitosis intestinal,
oxiuros y amebas. Tuvo hematemesis al mes de vida por lo cual fue internado sin
arribarse a diagnóstico alguno. Abuelo materno hipertenso.
Al examinarlo, me pega e insulta. Presenta
hipertrofia de amígdalas, poliadenopatías pequeñas en el cuello, las uñas son
frágiles, sin lúnula y con manchitas blancas. Padrastros (Hang nails) alrededor
de las uñas. Durante el embarazo de Walter, su madre, tras una violenta
discusión con su esposo, luego de que éste intenta ahorcarla, ella lo hiere con
dos disparos de pistola.
Vemos que Walter se ha desarrollado en un
hogar de violencia y sin afecto. Su padre, de carácter hosco y solitario no
dedica un minuto de su tiempo a sus hijos y tiene por costumbre infligirles
castigos corporales. Walter sufre de un retardo en su desarrollo, su vocabulario
está limitado a unas pocas palabras. No controla esfínteres. Cuando su madre
luego de tener familia vuelve a su casa, con su hija en brazos, Walter comienza
a presentar el síntoma de golpear la cabeza contra la pared. Todo lo que tiene
en sus manos lo arroja o lo rompe. Palidece cuando se enoja. Tira de sus
propios cabellos. Es gritón. No se integra a los grupos. Le gusta viajar y
cambiar de ambiente. Tiene sobresaltos al caer en sueño. Completaban el cuadro
los siguientes síntomas generales: sudor profuso de cuero cabelludo durante el
sueño, su madre debe secarle el sudor con una toalla. Come sal y manteca de a
cucharadas.
Repertorización:
DESTRUCTIVO Tuberculinum
OBSTINADO Tuberculinum
GOLPEA SU CABEZA CONTRA LA PARED Tuberculinum
DESEO DE SAL Tuberculinum
SOBRESALTOS AL CAER EN SUEÑOS Tuberculinum
Se prescribe TUBERCULINUM Mil que produce
desde el comienzo un cambio espectacular a pesar del entorno familiar, En el
primer mes de tratamiento logra controlar esfínteres, amplía en forma notoria
su vocabulario, deja de estar destructivo y agresivo. Desaparecen el deseo de
manteca y el sudor profuso de cabeza al dormir. En el caso de un año, recibe
TUBERCULINUM 10Mil en tres oportunidades, siempre ante el retorno de los
síntomas. Es dado de alta en junio de 1977. En noviembre de 1981, es decir
cuatro años y medio después, vuelve a la consulta, y nos relata su madre:
“Durante cuatro años estuvo perfecto, pero en los últimos meses volvió a estar
mal en su conducta. Todo comenzó luego del alejamiento de los abuelos paternos
a causa de una discusión que éstos mantuvieron con el padre de Walter. Esto
afectó a Walter, quien estaba muy ligado afectivamente a sus abuelos. Desde
entonces está destructivo, le gusta desarmar, investigar y de esta manera rompe
todo. Hace 15 días-continúa la madre-le negué la gomera y en venganza me cortó
las cortinas con la tijera. Molesta a los chicos en el colegio; la maestra me
indicó que Walter debía hacer tratamiento con un psicólogo. Los amiguitos del
barrio rechazan a Walter porque les arroja piedras. Está cleptómano. Le volvió
el sudor abundante de cabeza durmiendo. Rechina los dientes durante el sueño.
Cuando come no mastica, traga.”
Se prescribe TUBERCULINUM 10Mil y a los seis
meses TUBERCULINUM 50Mil. La respuesta terapéutica inmediata y positiva de la
medicación sorprendió de tal forma a la maestra que solicitó a la madre de
Walter la receta para saber qué remedio estaba tomando el niño.
Personalmente sugiero agregar Tuberculinum a
los siguientes síntomas del Repertorio
SUDOR DE CABEZA DURMIENDO
DESEOS
DE MANTECA
NO
TIENE ORDEN PARA COMER, NO MASTICA, TRAGA (sin ser glotón)
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